Pero tampoco faltaron los populares payasos, una orquesta de piano al completo y hasta los ya desaparecidos micrófonos de oro.
Ni la lluvia que marco el inicio del carnaval ni el viento frenaron la
fuerte participación en el desfile. Pero el tiempo terminó dando una
tregua, por lo que los participantes lucieron sus mejores galas y
desplegaron unas dosis altas de humor contagiando al público asistente
con su alegría.